lunes, 30 de junio de 2014

Charlando con Néstor Allende


 
 
 
 
Hoy entrevistamos a uno de los pilares de Dlorean. Al ilustrador y escritor Néstor Allende, portadista de varias novelas en la editorial y encargado de maquetar las portadas de Dlorean. Hablemos un poco con Néstor y conozcámoslo un poco más.
 
 
 
 

1) Háblanos un poco de quien es Néstor Allende

Pues es un tipo que a la vez es muchos, mira tú.

Es un asturiano barbudo, bajito, delgado y medio loco, que roza los cuarenta y que, de vez en cuando, pinta monas y rellena líneas y líneas de garabatos que pasan por ser palabras.

Es un heavy de los de la vieja escuela, de esos que crecieron con los Barón y los Maiden, los Manowar y Motörhead, y al que le gusta también la música clásica, el bluegrass y el rock.

También es un tipo con muy mala leche y un humor "raro de cojones", que vive en Salamanca y tiene un coche coreano al que el de la plaza de al lado tiene machacado a portazos; un motero sin moto, más por falta de pasta que por ganas; amante de la buena cerveza y los licores fuertes (siempre sin hielo, claro).

Es padre de dos hijos y marido de una mujer (podía haber sido de un hombre, pero no soy gay, lo siento, fans masculinos. Y femeninos, que estoy casado).

Y por último, pero no por ello menos importante, un fanático de la ciencia ficción y la fantasía; de la historia, la ciencia y los acertijos; del ocultismo y del cine.

Y rolero jubilado, que se me olvidaba.

Y no, no me tengo por friki.




 
Ilustración de Alien de Néstor Allende







 

2) ¿Cuándo empezaste a dibujar?

Pues no me acuerdo, para ser sinceros. De hecho, sigo empezando a dibujar todos los días.

No me considero un buen dibujante, y por ello empiezo a dibujar todas y cada una de las veces que cojo un lápiz, sin excepción. Como dibujante no tengo lo que se dice un estilo definido de dibujo, una marca de la casa, propiamente dicha. Adecúo mis dibujos a la función que van a tener. Además, soy leeento, lentísimo dibujando. Me pierde el detallismo y soy muy perfeccionista, y me puedo tirar minutos y minutos para una simple mano. Y horas para dibujar todos los eslabones de una cota de mallas.

Por eso digo que no soy dibujante.

En todo caso me considero más ilustrador que dibujante, ya que ahí sí que suelo tener un estilo más personal, mas mío, y también es donde me siento más cómodo.

Lo que sí que te puedo decir es que empecé a “aprender a dibujar” cuando era güaje, copiando a Mortadelo y Filemón, creo que con tres años o así. Según mis padres,  lo del dibujo viene de familia, porque los primos de mi abuelo eran los hermanos de la Fuente (Víctor, Chiqui y Ramón); así que puede que sea cosa de haber crecido rodeado por ese ambiente. Supongo que tendré algún gen raro de esos con forma de lapicero porque de chaval dibujaba a todas horas y en cualquier sitio. Mis libros de instituto acabaron llenos de dibujos en sus márgenes, y los colegas deben de tener decenas de dibujos de sus personajes de las partidas de rol.

Como ya dije en otra entrevista, un día debí de agarrar un lápiz y supongo que me gustaría la sensación, porque desde entonces no lo he dejado; no he dejado de intentar aprender a dibujar. Y como aún no he aprendido, ahora mismo casi el 90% del trabajo lo hago a ordenador, que me resulta más cómodo para corregir errores.

 

 
 
 
Star Trek Voyager by gaslight
 

 

 

 

3) Los dibujantes o ilustradores que más te hayan enseñado o influenciado.

Yo creo que, influenciarme, todos los que me den y más, Si pudiese meterlos a todos en una licuadora y luego beberme su esencia, no dudes que lo haría... ¿Eso suena un poco en plan doctor chiflado, no? Bueno, da lo mismo. Si no hay risa maligna y pose con trueno tras el ventanal, no cuenta de cara al informe psiquiátrico.

Como dibujantes me gustan Michael Golden, Hugo Pratt, Esteban Maroto, Moebius, Glen Fabry, Simon Bisley, Bill Sienkiewicz, P. Craig Russell, Barry Windsor-Smith y, por descontado, mis parientes lejanos, Víctor, Chiqui y Ramón de la Fuente. Pero los dibujantes que quizá más me han influido son Mike Mignola, al que descubrí en Las Crónicas de Corum y flipé con la simplicidad del trazo y el alucinante control de las sombras. Y al maestro Carlos Ezquerra, que tan buenos ratos me hizo pasar de chico con Dredd y “Los Diablos del Frente del Este”.


Ilustración de Boris Vallejo

 
 
¿Ilustradores? Sin dudarlo los primeros que te digo son Boris Vallejo y Julie Bell. Crecí con posters suyos de tías en tetas en mi habitación (Sí. Desde pequeño mis padres me dejaban tener posters con ilustraciones donde se viesen tetas y culos, ¿Qué pasa? Otros tienen escenas de caza con perros mordiendo a ciervos, o corridas de toros. Yo tenía músculos, tetas y culos).


También Vicente Segrelles y Frazzeta siguen a día de hoy alucinándome cada vez que veo algo suyo, aunque lo haya tenido delante decenas de veces, siempre descubro algo nuevo en sus ilustraciones: un escorzo, algo de contraste tonal, un simple trazo que soluciona una composición, una sombra o yo que sé. Pero son la ostia.

Mención especial y aparte merece Tim Bradstreet, que trabaja a partir de fotografías de estudio y que es mi principal modelo a seguir a la hora de dedicarme más en serio a realizar ilustraciones profesionales. Hasta entonces dibujaba todo a mano (y tardaba milenios) o usaba un programa de creación en 3D, el Poser3D. Pero Bradstreet me abrió los ojos al empleo de la fotografía para luego pintar encima, cosa que hasta entonces nunca había valorado en serio. Sin ir más lejos, para la base de la portada de la próxima novela de Amando Lacueva, mi chaval posó para luego dibujarle encima el dinosaurio (ya la veréis, ansiosos). La lástima es no contar con dinero para poder tener un estudio de fotografía y modelos profesionales: tengo que recurrir a fotos proporcionadas por colegas que me sirven de improvisados modelos (Infinitas gracias, chicos y chicas), y las que yo hago con mi Canon 450D.

 
Portada del disco de Skullmania obra de Néstor

 

 

4) Explícanos un poco tu proceso creativo para una ilustración o portada

Algunas surgen a la primera, que suele ser lo más normal, y otras me las planteo durante algunos días. Han sido muchos años de comics, libros y rol para que no se me ocurra algo casi al momento. Siempre he sostenido que para poder sacar una idea de la cabeza, antes has tenido que llenarla de muchas otras.

Normalmente suelo tirarme entre uno y tres días buscando referencias gráficas para realizar el dibujo, cosa a la que me acostumbré cuando trabajaba en una tienda de tatuajes. Otros autores profesionales cuentan con material de atrezzo, modelos, estudio de fotografía y cosas similares, pero yo soy español y pobre, así que tengo que recurrir a san Google para documentarme y tiro de colegas o familiares para las poses (o de Poser 3D). Luego comienza el proceso de montarlo todo en ordenador y pintar encima. Como ya dije, es una técnica muy similar a la que emplea Tim Bradstreet y con la que estoy muy contento por los resultados que me da.

Normalmente, una portada suele llevarme, de media, entre una semana y diez días; aunque una portada sencillita puede hacerse en un día o dos y una complicada entre quince y veinte días, con de 4 a 6 horas diarias de trabajo.

 

Y luego hay veces en la que te encuentras con problemas inesperados, como que la composición y el encuadre no den resultado, o los colores no funcionen. Para eso la ventaja de poder trabajar con capas en Photoshop te salva el culo. Reordenas, mueves, cambias... Yo, que soy de trabajar sin boceto o con cuatro líneas a todo lo más, plasmo la idea que tengo en la cabeza directamente y millas. Luego retoco lo que se necesite, una y otra y otra vez, hasta que me quedo a gusto. Ya dije que soy muy perfeccionista.

 

 

5) Llevas muchas portadas en libros, antologías o CDs de música, entre otras muchas otras cosas. ¿Cuáles son tus preferidas y de las que te sientes más contento del resultado final?

 

Pues mira tú que con la que más contento me siento es siempre con la última que he hecho.


La portada de la Maldición de la Diosa Araña en todo su esplendor

 
 
Ya te dije que estoy en un continuo proceso de aprendizaje. Que todos los días, cada vez que cojo el lápiz, empiezo a dibujar. Y tengo la impresión de que la última es siempre la que mejor me ha quedado. Incluso luego veo las anteriores y me digo: "¡Hostia! Si hubiese metido esta técnica, o esta iluminación, o este efecto, o este escorzo, hubiese quedado mejor". Soy un inconformista, lo reconozco; a día de hoy no hay ninguna ilustración mía que no crea que se pueda mejorar.

En cuanto a preferidas... Más que preferidas, digamos que son ilustraciones a las que, por una cosa o por otra les he cogido cariño. Por mencionar alguna, la de “La Maldición de la Diosa Araña” (Dlorean Ediciones), por ser mi primera portada en plan profesional para una novela. La de “No eres Bienvenido” (La Pastilla RojaEdiciones) por lo bien que me lo pasé con la portada y la maquetación (aunque Athman no me dejase meter algo más de sangre), y el pequeño detalle de los perros zampándose un cadáver y los cuervos en los cables de teléfono a lo Hitchcock (soy muy dado a meter guiños, la verdad).
 

Y la de La Leyenda de Katham. ¡Esa es la leche! He podido hacer una portada de fantasía al estilo de mis posters de crío de Vallejo y Bell, con tetas, músculos y un monstruo lovecraftiano de fondo (Gracias a Dlorean por darme carta blanca). ¡Y para Lem Ryan! Un mito de la novela de bolsillo en este país, con el permiso de Curtis Garland, A. Thorkent y Ralph Barby... A ver dónde puñetas consigues hoy día que una editorial te deje poner tetas en una portada, si no es en el Kiss Comix.

 



 

6) Eres el encargado de la maquetación de las portadas de Dlorean. Explícanos un poco en que consiste y como es.

 

En pegarme con la imprenta y leerle la cartilla a los portadistas. Así, dicho tal cual. Sin vaselina.

Me explico: Cuando me llega una portada lo primero que me toca es comprobar que tenga las medidas adecuadas. Al principio me volvía loco para recortar las portadas sin hacerles un destrozo porque, o bien eran demasiado altas, o bien demasiado anchas, o no tenían sangre (zona de cortado en imprenta)... o tenían sangre por los cuatro lados, cuando por la izquierda, que es el lado que va pegado al lomo, no se debe poner.

Era algo normal, un problema perfectamente entendible, ya que casi ninguno de los ilustradores había trabajado nunca con libros y no controlaban aún las medidas que nos exigía la imprenta. Gracias a las buenas palabras, un discurso heroico, y a la amenaza de coger tren, avión, o burro para plantarme en sus casas y cortarles los dedos con una cuchara oxidada,  aún a riesgo de dejarme los cuartos en el viaje y comer pasta durante un mes, he conseguido que los ilustradores ya adecúen las medidas al formato correcto. Así que ese tema ya está solucionado (mas les vale, porque la cuchara sigue guardada en el cajón).

En cuanto a la imprenta, depende del día que tenga el becario de turno. Y me jode, porque trabajan muy bien y el resultado de la impresión a la vista está. Pero como tengan el día torcido... Aún me tiro de los pelos con lo oscura que dejaron la portada de “Argar, Hijo del Demonio”. Pero parece que a estos, después de un par de correos, los he metido también en vereda.
 

Pero bueno, sigo… Medidas adecuadas: Hecho.

Ahora toca diseñar el título de la novela, así que lo monto para que encaje lo más posible con la estética de la novela y la portada. En muchas ocasiones diseño yo mismo las letras que componen el título. En otras, uso fuentes ya existentes y de libre distribución. Así que, con el título ya hecho y la portada a las medidas adecuadas, creo toda la cubierta con el color adecuado e inserto títulos, texto y logotipos en frontal, lomo y trasera.

Muy importante es resaltar que cada novela es única, y no uso el mismo fondo o fuentes, a no ser que sea una saga del mismo autor.

Por último, monto un .pdf a resolución de impresión profesional y lo envío a Dlorean, para que den el OK y luego lo manden a imprenta (y cruzo los dedos por que no hayan cambiado de becario hace un par de días y no sepa cómo funcionan las máquinas XD)

 

 

7) Además de un extraordinario dibujante, eres escritor, háblanos un poco de esa faceta.

 

Que manía. Que no me considero dibujante (pintamonas, sí). Y mucho menos “extraordinario”. Esos son gente como Mignola, Ezquerra o Moebius.

Yo crecí rodeado de comics, que al fin y al cabo, son historias; y de decenas de libros. Y siempre me ha gustado contar historias. Cuento historias inventadas sobre la marcha para mis hijos, esperpénticas y surrealistas, que desarrollan mi agilidad mental para crear e hilvanar una trama que al final tenga sentido. De campamentos, de chaval, contaba historias leídas en libros de mitología, o las que me contaban en casa de la guerra civil, la mili, anécdotas familiares...
 
 

Es una cosa que siempre he llevado dentro. No sería yo si no contase historias, al igual que no sería yo sin un lápiz (que no, que no soy dibujante). Son las dos formas que tengo de expresarme. He tomado al asalto bibliotecas (era el terror de los bibliotecarios, sí señor) y he llegado a leerme hasta cuatro novelas al mismo tiempo. Soy un devorador de libros, aunque ahora menos, que tengo poco tiempo. Así que con tantas letras dentro, toca sacar algunas fuera o reviento. Y empecé primero escribiendo en foros, luego salté al fanfic, y ahora de cabeza a las publicaciones físicas.

 


 

8) Has publicado relatos en varias antologías y un pajarito me ha dicho que has escrito una novela corta y hay una más larga en proceso, háblanos un poco de todo ello

 

Esto... ¿No serás Varys por casualidad? Mira a ver, que tengo una espada a mano y sé manejarla...

... Pues sí. Tengo publicados relatos dentro de antologías: fantasía con Valentia, terror con La Pastilla Roja, atom-dieselpunk con Dlorean...

En cuanto a la novela corta, es un relato que se engloba dentro del universo Weird West de Dlorean, directamente relacionado con un detalle que menciona Raúl Montesdeoca en su relato "Dinastía Drácula" (Weird West volumen 1), y que aparecerá en el siguiente volumen. Hay vampiros, hay cambiapieles indios, hay vudú, hay zonbis (sí, está bien escrito con "n". Cuando lo leáis, sabréis por qué). Vamos, lo normal en estas cosas: tiros, violencia, sangre, garras y colmillos, sangre, magia, sangre, acción... Pero vamos, sangre la justa, no os vayáis a pensar… Que hay cosas con más sangre, como una piscina llena de hemoglobina, por ejemplo. Mi relato no llega a tanto: un jacuzzi, a todo lo más.

Y sexo. Porque también hay sexo, que la vida no es solo mata, mata, mata...

Y la novela larga... en realidad hay más de una. Hay una que está por la mitad, a falta de que Dlorean me confirme si la quiere, de temática "dark-steampunk erotic", que se engloba en un proyecto en el que participamos varios autores y que no nos entendimos con la editorial con la que trabajábamos. Luego está otra de carácter "scifi/fantasy", sin iniciar, pero a la que le tengo ganas.

Y la que creo que es a la que te refieres, es la novela diesel-atompunk del 13º de Húsares, de mi universo "Crónicas Ucrónicas", cuyos protagonistas se han publicado relatos en Dlorean.  "Cronicas Ucrónicas" es un universo que cree hace tiempo, y que el peazo tipo que es Raúl Montesdeoca hizo también suyo para publicar la vertiente steampunk del mismo en "La máquina del Juicio Final" donde, por cierto, aparece uno de mis personajes en los últimos capítulos. (El que no haya leído la novela de Raúl, no tiene perdón de diox). De esa ya llevo como un cuarto, aproximadamente, y quiero ver si la encarrilo de una vez y me la ventilo este verano, que ya me vale. Cierto es que el relato de Weird West me ha comido tiempo, así como algún otro relato hecho por ahí para determinadas cosas que espero vean la luz en breve; amén de las portadas. Pero quiero tenerla cerrada para finales de septiembre, para poder publicarla a lo largo del año que viene con Dlorean, por supuesto.

 
Anansi, ilustración de Néstor para Proyecto Pulp


 

9)  Estoy seguro que tienes muchos proyectos entre manos y que pronto oiremos hablar de ellos, danos un adelanto de las cosas que iremos viendo tuyas en un futuro cercano

 
Portadas con Dlorean alguna habrá. Está por salir la que he hecho para la novela de Amando Lacueva, y también la de la segunda novela de Miguel Ángel Naharro, que empezaré en breve con ella. Una portada para una antología de relatos de Serie B para La Pastilla Roja. Y quizá alguna más, pero todo depende de los editores.

Y relatos..., pues lo que he comentado antes. Si hay suerte, alguno caerá en alguna antología antes de que acabe el año. Pero asegurado está el de Weird West y el de Diesel-atompunk.
 
 

jueves, 26 de junio de 2014

Dos nuevos fichajes para ÁREA 51


 
 
 
La revista de cómics ÁREA 51 cada vez esta más cerca. Y no deja de sumar nombres a su estupendo elenco de autores, tanto guionistas, como dibujantes.

En este caso, os anunciamos dos nuevas incorporaciones:

- Francesc Martínez, escritor  de los libros de Alberto Santos: Spider-Man Diario de Peter Parker y quien ya ha guionizado varios cómics.


-Adrián Gutiérrez, autor completo del web-comic de seriesbcomics Das Paradies, y será esa misma serie la que veremos publicada en la revista, aunque con material nuevo y diferente al ya publicado en internet.
Das Paradies de Adrián Gutiérrez





Das Paradies de Adrián Gutiérrez


 
 

Estos dos nuevos autores, se unen a los que ya estaban: Gabriel Romero de Ávila (Nilidiam, Action Tales: Antología Pulp), Adolfo Rodríguez Taboada (Planeta Inquietante, Jenna Starblade), Juanma Cañada Aguilera (La Máquina del Juicio Final, Los Archivos de George Awake), Carlos Díaz Maroto (Weird West), Ángel M. Martínez Anhell (Broken Cortex), Luis RT (El Arca de las Historietas), David Braña (Mercury), Miguel Ángel Naharro (La Maldición de la Diosa Araña), Luis Martín Domínguez (Crónicas Salvajes), Roberto Corroto (Mi Novia es un Zombi, Revista Cthulhu), Paco Nájera (Gañan el bestiajo, Tartessos) , Henry Simon (Razorsnakes), Alex Expert (Lovecraft. Un homenaje en 15 historietas, Sharp Avenger), José Ramírez (Carman Corrigan y el buzo  en TS Comix)

Juan Santiago Cebriá Aparisi,  Raf Enza, Gustavo Rubio, Xurso coronas, Beni Olea, Jen del Pozo, David Buceta, Cris Coronas, Miguel Jiménez, Luis Martin, Luis  Roldán, Israel Arcas, Alberto Larrañaga "Bort.

Muy pronto, podréis disfrutar de la mejor revista de cómics con Área 51, aquí en Dlorean Ediciones
 
 
 
 
Publicidad de Área 51, emulando portadas de revistas con personajes del magazine de cómics
 

lunes, 23 de junio de 2014

Charlamos con Josué Ramos







Hoy hablamos un rato con el escritor Josué Ramos, un autor muy vinculado el género y movimiento steampunk, con obras cómo Lendaria o un relato en Steamtales publicadas en Dlorean. Conozcámoslo un poco mejor.
 
 

 
1) Cuéntanos un poco quien es Josué Ramos
La verdad es que soy difícil de describir. Siempre que me preguntan esto suelo decir que soy el tío al que veo en el espejo por las mañanas; y puede que en una semana vea a varias personas, según el día...
Si nos centramos en el escritor, empecé escribiendo en el instituto. Mi profesora de Literatura fue la que me hizo darme cuenta de que tenía talento, así que a los 16 (hace ahora 10 años) empecé a escribir relato sin tener todavía una voz clara. A los 19 terminé mi primera novela en un tiempo en el que me fascinaba la ciencia ficción  de Asimov y empezaban a intrigarme las novelillas pulp.
Poco a poco fui formando mi propia voz y asentándome como escritor (cosa que sigo haciendo...), hasta que conocí el Steampunk y encontré la temática en la que más cómodo me siento.
Gracias al steampunk aprendí a perseverar, a poner el listón alto, a atreverse a apostar alto, a no imponerse restricciones uno mismo...
 
2) ¿Qué autores leías y te impulsaron a escribir?
De crío, a eso de los 6 o 7 años, leí La Guerra de los Mundos y me impactó profundamente. Recuerdo que lo leí como terror y me costó terminarlo.
Los que conozcan a mi generación, entenderán que crecí más con series de televisión y clásicos ilustrados que con novela. Así que me influyó mucho la obra de Julio Verne, por ejemplo, pero desde el tebeo... Y, por supuesto, las series de ciencia ficción que echaban sobre todo en la tele autonómica. En la Televisión de Galicia vi una gran cantidad de películas y series que fueron moldeando la ciencia ficción en mi mente: Star Trek, Star Trek: Next Generation, Doctor Who, Sliders... son las que más recuerdo.
En la adolescencia, como a tantos nos pasó, llegó el momento Asimov, que me sirvió para saber por qué camino avanzar como escritor y de qué iría mi primera novela.
A partir de ahí empecé a abrirme poco a poco a todo tipo de lecturas.
 
 
3) Llevas mucho tiempo escribiendo, con varias novelas y obras publicadas  ¿nos podrías hablar un poco de ellas?
Mi primera novela, La última conspiración, la escribí en 2009. Le tenía mucho cariño pero no me atrevía a publicarla. No me parecía que mereciese la pena. De hecho, la saqué a la luz con la idea de "dejar constancia" y tener unos cuantos ejemplares que vender o regalar entre allegados. Y aunque por aquel entonces quise imitar al Buen Doctor, aunando además los grandes temas de la ciencia ficción, con el tiempo descubrí que bien podría haber sido calificada como pulp. Fue más o menos cuando conocí a Los Luchadores del Espacio, a George H. White, la editorial Silente... Santyago Moro tiene mucha culpa de ello.
La segunda novela que publiqué, "Ecos de voces lejanas", en 2012, fue mi primer paso en novela steampunk. Estoy contento con el resultado aunque cada vez que la repaso me encuentro con una obra de gran bisoñez y de un steampunk muy clásico e inocente. Narra la primera gran aventura de una agente del Servicio Secreto británico, en un grupo de especialistas (Robur, Jekyll, Tesla, Moreau...) para luchar contra una invasión de dragones en Londres. Siguiendo las bases del Romanticismo, me centré mucho y muy subjetivamente en el personaje. Quien sienta curiosidad quizá debería saber que este personaje, Lisbeth Swift, protagoniza mi participación el "Ácronos. Antología Steampunk": "Escombros y tinieblas".
 
La tercera novela es algo curioso. Fue un conato de space opera humorística y de trama política que tuve ganas de hacer, sin mucha ambición, tras mi primera novela. Quería saber si el space opera se me daría bien, así que salió una novela corta entretenida que guardé en un cajón. Cuando Dlorean me pidió una novela steampunk "Lendaria", que escribí en 2010, perfiló toda una galaxia y creció hasta convertirse en la novela que es ahora y que publicamos en 2013. Si a alguien le llama la atención, "Seleuca-thy" es un relato muy relacionado, del mismo universo, que se puede leer gratis en Ficción Científica. Y ya tengo una nueva novela en este universo, me siento muy cómodo en él. Si todo va bien, pronto lograré hacerle un hueco.
Mención aparte merece la serie de antologías Ácronos. Mientras escribía mi primera novela steampunk, charlando con otros autores, vimos que el steampunk era un filón, un diamante en bruto que nadie estaba cultivando todavía y un gran amigo, Paulo César Ramírez, me propuso que debíamos aprovechar el momento para ser los primeros en publicar una antología de esta temática.
Como ya conocíamos a algunos autores que nos gustaban, como Eduardo Vaquerizo, José Ramón Vázquez o Rafael González, comenzamos a contactar con autores y a prepararla.
Como suponíamos, la antología no tardó en hacerse con una editora y a tener buena acogida entre el público. Y tanto que, tras publicar nuestro segundo volumen, ya estamos preparando el tercero. Volumen que, por cierto, tiene una convocatoria abierta en busca de autores.
 

 
4) Háblanos un poco de el steampunk y como lo ves, tanto como movimiento social y  género literario
El steampunk es un movimiento extraño y a veces difícil de entender. Está compuesto por todo tipo de gente venida, o rebotada, de otros movimientos y eso lo hace muy heterogéneo. Puede haber makers, escritores, ilustradores... o solamente aficionados.
Tal como están las cosas, tengo la sensación de que a España le está pasando lo que le suele suceder a nivel personal a los aficionados. Al conocer el steampunk, a una persona le llega una fase de entusiasmo enorme, con gran actividad, que le se va pasando poco a poco hasta derivar en dos vertientes: o termina por aburrirse y lo deja, o se asienta y continúa constante pero más relajado.
A España le pasará lo mismo. Todavía se habla de que el pico, ese boom, aún está por llegar. No sé si lo veremos o no, si será una moda que acabará por saturar a todo el mundo. Pero lo que espero es que, una vez haya pasado, se asiente y se quede entre nosotros.
Como género literario, lo veo más o menos así, creciendo muy despacio.
Tenemos a Félix J. Palma levantándose con sus novelas para movernos a hacer la ola cada cierto tiempo. Este otoño termina su Trilogía Victoriana y la gente se entusiasmará de nuevo con el tema, pero no sabemos qué pasará después. Creo que hacen falta autores que den la campanada, con buenas novelas y argumentos serios y de peso.
Y en cuanto al material en general, como participo en convocatorias y leo mucho de este material, veo que todavía queda camino por recorrer (en Facebook o Twitter suelo comentar estos detalles a modo de broma, con un 100 % de verdad), pero desde hace unos meses veo que está madurando. Los argumentos tienen más peso, son más ambiciosos, integran mejor el steampunk... y las antologías que están por salir este año serán buena prueba de ello. Atentos al especial de Saco de Huesos o a la antología steampunk de Kelonia.
 

 
5) ¿Cómo surgió lo de escribir en el género steampunk?
Contrario a lo que algunos piensan, yo no nací con gafas de aviador puestas y un arma de rayos bajo el brazo.
Conocí el steampunk en 2009, viendo SyFy. Comenzaba una serie llamada Almacén 13 y había aparatos modernos de estética victoriana que llamaban mi atención. Google hizo el resto... Descubrí qué era el steampunk, en qué consiste... y que había una creciente comunidad en España.


Como vi que gran parte de esa comunidad se dedicaba a hacer ese tipo de aparatos (armas, gafas, ordenadores...) decidí hacer lo mío (era ese pico de entusiasmo novato del que hablé antes) pero como soy tan torpe me centré ante todo en lo que mejor sé hacer: escribir.
Y me sentía tan cómodo en el género, que poco a poco fui avanzando, con ayuda de gente como Jack Winchester, Negro Inmunsapá, lady von Marmalade, Viktor von Krupp, Armando Valdemar... como veis por los nombres, auténticos steampunks.
 
6)Lendaria es una novela steampunk un poco diferente ¿Qué nos puedes contar de ella?
Quien haya leído Ácronos 2 habrá leído el relato de Eduardo Vaquerizo, calificado como space opera steampunk. "Lendaria" juega con ese concepto.
La idea surgió de unas imágenes que vi en Google. Mostraban escenas o personajes de Star Wars y Star Trek al estilo steampunk: R2-D2 como un autómata victoriano a vapor, el Enterprise como un vapor del Mississippi... Y me gustó eso del steampunk en el space opera. Así que cogí esa novela space opera que tenía guardada y le di una (o dos) vueltas de tuerca.


Por supuesto, lo que más me gustó y fascinó fue hacer creíble la tecnología de los viajes espaciales al estilo XIX. La portada de Néstor Allende, que le pilló el punto a la novela desde el principio, es fiel reflejo de ello.


 
7) Tienes un buen montón de proyectos entre manos, háblanos de ellos, de tus próximas obras y de las siguientes cosas tuyas que iremos viendo
Lo más inmediato es Ácronos 3. Estamos en ello y esperando vuestros relatos. Como queremos mostrar un steampunk maduro y avanzado, la temática es steampunk multicultural, lejos de las tradiciones o los temas anglosajones.
Aparte de ello, estoy luchando con uñas y dientes por sacar adelante una antología muy especial, de temática steampunk, mucho más ambiciosa que Ácronos. No puedo hablar de ella, pero espero que me dé mucho de qué hablar en el futuro.
Personalmente, tengo unos cuantos relatos steampunk en varias antologías esperando a ver la luz (Ilusionaria IV, entre ellas); otros relatos en concursos, esperando fallo; y dos novelas en proceso con documentaciones muy extensas: una de ellas de temática steampunk, la otra será la biografía de un personaje del XIX bastante interesante.